Historia
El sueño de toda la vida de Olmedo López fue convertirse en propietario de su propio negocio, trabajando desde que era muy joven para mantener a su abuelo Próspero (a quien llamó papá), a su madre Arcia y a sus hermanos menores en Palmira, Colombia. La idea de mudarse a una tierra extranjera no se le pasó por la mente hasta que estuvo en su adolescencia. Después de conocer a María Elena con quien se casó, ambos decidieron abandonar su ciudad natal en busca de un futuro mejor para ellos y para su creciente familia.
Maria Elena creció con sus padres Mariela y Miguel, su abuela Raquel y sus hermanos. Ella era una estudiante cuando conoció a Olmedo, el amor de su vida, todavía casada casi 50 años después, ella cuenta su historia siempre con una sonrisa en su rostro y recordando cuanto han cambiado sus vidas desde sus humildes orígenes.
Llegaron a Nueva York a una ciudad llamada Oyster Bay a mediados de los 80, con cuatro hijos: Sergio, Howard, Carlos y Mauricio. Trabajó en jardinería, y en un supermercado, también entregó periódicos una vez que los niños tenían la edad suficiente para ir con él. Maria comenzó a limpiar casas y a trabajar en una compañía llamada Mil-Max haciendo control de calidad para piezas de computadoras. Ambos compartieron un sueño: tener su propio negocio, compartir su pasión por su país, Colombia, su cultura y su comida.
En 2006, su segundo hijo Howard se mudó a Georgia con su esposa Ana y su hija Nathalia. El abuelo y la abuela llegaron un año después y fue aquí en Lawrenceville donde su sueño se hizo realidad cuando les ofrecieron una pequeña panadería colombiana llamada Trigos, fue en ese momento cerca del centro de Lawrenceville, pero tres años más tarde, en 2010, se mudaron a una ubicación más grande y se convirtió en un restaurante de servicio completo. Su hijo mayor, Sergio, también vino a echar una mano justo antes de la mudanza.
Ha sido todo un viaje para toda la familia, pero estamos agradecidos por la oportunidad que Dios nos ha dado, sin Él nada hubiera sido posible. También estamos agradecidos por nuestros clientes, amigos, familiares y empleados, sin ellos no nos habríamos convertido en lo que somos hoy.
¡Gracias a TODOS desde el fondo de nuestros corazones!
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